Imagina que una persona contrata los servicios de SEO ha una empresa poco especializada. Esa persona es zapatero y quiere posicionarse en Google con las palabras zapatero en madrid. Para ello contrata a una empresa que por 20 euros mensuales le realiza dicha campaña. Es una auténtica ganga, se trata de la mejor oferta SEO en todo Madrid.

La empresa que ha contratado por ese precio no le dan ningún informe, ni dato sobre el trabajo realizado en su campaña SEO, pero al cliente no le importa mientras funcione y aparezca el primero en las búsquedas. Mientras se ríe de las empresas que pagan dos ceros por su campaña SEO.

Al principio el cliente realiza su búsqueda con las palabras clave elegidas (zapatero en madrid) y aparece en los primeros lugares. De esta forma se queda bastante satisfecho con su campaña y presume. El cliente pasa el tiempo y vuelve a buscarse y de repente se da cuenta que ya no aparece en los primeros lugares sino que ya aparece en la segunda página.

El cliente piensa que esto puede ser debido a los cambios que se producen muchas veces en Google (o eso le han dicho), y no quiere pensar mal de momento. Se mantiene en segunda página un par de días más, pero pasan las semanas y decae hasta la séptima y octava página de la búsqueda.

Ya alarmado, llama a su empresa para ver que es lo que pasa, pero estos le dan largas y explican una serie de teorías con palabras que no entienden y le dicen que es normal que no se preocupe, volverá al primer puesto esto va así. Usan términos muy técnicos que le confunden. Pasa el tiempo y todo sigue estando igual, vuelve a llamar a la empresa que le realiza la campaña y estos ni le cogen el teléfono a pesar de que él aún sigue pagando sus 20 euros mensuales.

Finalmente decide terminar su relación con la empresa SEO y rompre el contrato, pero ¿qué hace ahora? Decide investigar para ver que ha pasado y la razón de no aparecer en los primeros puestos de las búsquedas. Todo lo que lee en internet apunta a que su web ha sido penalizada por Google, debido a que su web tiene un montón de enlaces a webs chinas de mala calidad que le daban al principio los primeros puestos pero solo temporalmente ya que utilizó técnicas fraudulentas para Google.

Debido a esto tendrá que realizar una limpieza de enlaces. Buscar otra empresa SEO más serie, y realizar una inversión mayor que la que podría haber hecho al principio para realizar una campaña de SEO de buena calidad, la nueva empresa deberá limpiar el código y subsanar su web. De esta forma el cliente se dio cuenta de como aveces una campaña SEO barata sale más cara.